Planificar: Hacer una lista de objetivos a cumplir. Los expertos dicen que los minutos más productivos del día son los dedicados a planificar. Veinte minutos diarios de planificación ayudan a ahorrar una hora, hacerlo diariamente le ahorrará 5 horas a la semana, lo que significa 250 horas al año, más de 2 semanas extra de tiempo para alcanzar sus objetivos.
Priorizar: Decidir cuáles de ellos son los más importantes para que encabecen la lista. Ya que "nada es más fácil que estar ocupado, y nada más difícil que ser efectivo". Nunca se repetirá lo suficiente la frase: deben fijarse prioridades. Algunas personas llevan a término todas las tareas posibles que aparecen en su lista, logrando un elevado porcentaje de tareas realizadas, pero su efectividad es baja debido a que las tareas desempeñadas en su mayoría son de una prioridad C.
Colocar en agenda: Saber cuándo se hará cada uno de los puntos. La clave no es dar prioridad a lo que está en la agenda, sino ordenar en la agenda las prioridades.
Hacer el seguimiento: Hacer las cosas de acuerdo con lo planeado y verificar los pasos de cada objetivo.No confunda buena administración del tiempo con apuro.