Una vez que haya incrementado con éxito los niveles de motivación del personal, es importante conservarlo. Variar las condiciones de trabajo, mejorar los sistemas de gestión y reconocer a sus empleados deben ser sus prioridades. Estimule y alimente el impulso natural de sentirse bien en el trabajo. Emplee sondeos, investigaciones, y encuestas para comprobar la moral y averiguar cuándo y donde son necesarias nuevas iniciativas.
Busque maneras para comprometer a todo el personal en los procesos y las prácticas de revisión y en idear maneras de modificarlas. Si descubriera que cualquier procedimiento Habitual es de motivador, corríjalo inmediatamente.
Modifique su sistema de trabajo, si cree que aumenta la motivación del personal.
Compruebe su sistema con regularidad y pida sugerencias para perfeccionarlo entre los que trabajan allí. Recuerde que el hecho de hacer una modificación eleva la moral.
Incluso si su sistema fue motivador cuando lo montó originalmente, la circunstancias cambian. Modifique o abandone un cambio que no funcione.
Busque maneras para comprometer a todo el personal en los procesos y las prácticas de revisión y en idear maneras de modificarlas. Si descubriera que cualquier procedimiento Habitual es de motivador, corríjalo inmediatamente.
Modifique su sistema de trabajo, si cree que aumenta la motivación del personal.
Compruebe su sistema con regularidad y pida sugerencias para perfeccionarlo entre los que trabajan allí. Recuerde que el hecho de hacer una modificación eleva la moral.
Incluso si su sistema fue motivador cuando lo montó originalmente, la circunstancias cambian. Modifique o abandone un cambio que no funcione.