LA ADMINISTRACION DEL TIEMPO

¿Cuándo fue la última vez que se marchó de su trabajo a la hora de salida sin sentirse culpable?
Un autor desconocido escribía en un portal de Internet la siguiente historia: "En días pasados, dado que mi automóvil estaba en el taller, Gabriel, el hijo menor de mi querido amigo Roberto, me llevó a mi casa.
Cuando le pregunté por su trabajo, me respondió: "Tranquilo, pero muy bien". "¿Por qué tranquilo?", le pregunté. Su respuesta me resultó muy interesante:
"Porque allá se entra muy puntualmente, pero se debe salir también a la hora precisa. Si te quedas a trabajar más tiempo, tu jefe empieza a dudar de tu capacidad y ofrece quitarte trabajo. El trabajo que se asigna es para realizarse dentro de las horas que debes permanecer en la oficina, y a la empresa le interesa que quienes trabajan ahí tengan una vida personal. Y esa vida personal empieza a las 6:30 pm".

Hoy en día, la gran discusión de los expertos laborales se centra en los horarios de trabajo que se han alterado en muchos países. Algunos afirman que el trabajo no debería sustituir jamás a la vida personal del trabajador, ya que la única posibilidad de encontrar el equilibrio necesario para que una persona sea sana en lo psicológico, emocional e intelectual, es que le dedique tanto tiempo a sus relaciones personales como a las laborales.

Las exigencias laborales -explican- se han vuelto muy demandantes. Algunas empresas han obligado a sus empleados a posponer su vida personal para un futuro que nunca llega y, lo que es peor, a renunciar a ella para sustituirla con la vida laboral, lo cual es absurdo.

Entre muchas otras cosas, expertos señalan en el artículo algunas de las cuestiones que deberían encender la alarma en cualquier institución o empresa, porque son síntomas de que algo anda mal. Estas son las siguientes:
Exceso de reuniones, particularmente de aquellas en las cuales se discute mucho pero no se llega a nada concreto.

Planes y proyectos muy bien elaborados que rara vez toman forma.

El premiar a quien permanece trabajando dos o tres horas después de la hora de salida. Eso sólo puede suceder por tres razones: Porque no le alcanza el tiempo (síntoma de ineficiencia o incapacidad por parte del trabajador). Porque se le ha asignado más trabajo del que debe tener ese puesto (síntoma de ineficiencia de la empresa o de quien asigna el trabajo). Porque hizo cosas ajenas al trabajo durante el tiempo de éste (deshonestidad del trabajador) y, por lo tanto, debe reponer tiempo perdido.

El que todos los ejecutivos o directivos deban estar siempre (a cualquier hora de cualquier día) disponibles, para lo cual se les obliga a cargar con un rastreador a donde vayan (celular, beeper, etcétera).

El que se reciban mensajes electrónicos oficiales escritos a altas horas de la noche o en la madrugada y/o durante fines de semana (tiempo que debe estar dedicado a la vida familiar) y desde sitios vacacionales o de descanso.
El que entre los empleados o directivos de los niveles superiores haya un índice muy alto de divorcios.

El que los familiares (principalmente esposa e hijos) de los trabajadores se quejen del tiempo excesivo que éstos le dedican a la empresa.

El que el único tema de discusión o conversación en las reuniones donde coinciden varias personas de la misma empresa, esté relacionado con el trabajo.

El que los trabajadores descubran que ir al cine, teatro, ópera, conciertos, museos o centros de diversión se ha vuelto una actividad excepcional en su vida.

El que el trabajo se convierta en algo agobiante y genere más estrés que satisfacción en quien lo realiza.
Como hemos podido apreciar, la administración del tiempo es hoy uno de los temas clave del mundo laboral, aunque la importancia de esta cuestión no es nueva en absoluto. "Aquel que prepara las cosas que tiene que hacer durante el día, y luego se atiene a ese plan, lleva consigo el hilo que le guiará a través del laberinto de una vida ocupada. Pero allí donde no se traza plan alguno, donde la disposición del tiempo se deja exclusivamente en manos del azar, no tarda en reinar el caos". Esta cita no es de ningún autor contemporáneo, especialista en el manejo del tiempo, sino de uno de los más célebres escritores del siglo pasado, el francés Víctor Hugo.

El escritor argentino José Ingenieros lo expresó así: "Nada hay que iguale el valor del tiempo. El dinero mismo no puede comparársele, pues éste vuelve y aquél no; en una vida se pueden rehacer diez fortunas, pero con diez fortunas no se puede recomenzar una vida".

El consultor Abel Cortese, quien trata este tema de manera más desarrollada en artículos de gerencia, en el portal para jóvenes profesionales ahoraque.com, ha señalado en sus escritos que si bien el tiempo es la dimensión en la que se crea y se utiliza el dinero, es mucho más: es la propia vida.

Todos tenemos la misma cantidad cada día, y sólo algunos saben sacarle verdadero partido. El tiempo no se puede ganar, pero sí se puede perder. Lo que debemos aspirar es a emplearlo mejor. Este es un principio muy importante: no podemos gestionar el tiempo, lo único que podemos hacer es gestionarnos a nosotros mismos en relación con el reloj; es decir, organizarnos inteligentemente. Para ello, debemos comenzar por comprender dos puntos importantes:
El tiempo es el único bien real que tenemos.

El tiempo no es algo vago, general: es el ahora, es el presente, es el hoy.
Una vez pasado, no se puede volver a tener; se va para siempre. El tiempo, usado con acierto, nos puede proporcionar no sólo dinero, sino, además, la realización de nuestros sueños y el logro de nuestros objetivos.

Llévalo siempre


"Tómate tiempo para pensar,
Tómate tiempo para rezar,
Tómate tiempo para reír.
Es la fuente del poder.
El mayor poder sobre la tierra.
Es la música del alma.
Tómate tiempo para jugar
Tómate tiempo para amar y ser amado.
Tómate tiempo para dar.
Es el secreto de la perpetua juventud.
Es el privilegio que nos da Dios.
El día es demasiado corto para ser egoísta.
Tómate tiempo para leer.
Tómate tiempo para ser amable.
Tómate tiempo para trabajar,
Es la fuente de la sabiduría.
Es el camino hacia la felicidad.
Es el precio del éxito,
Tómate tiempo para hacer caridad.
Es la llave del cielo"