Son los diferentes elementos y acciones que podemos implementar para evitar el surgimiento de situaciones conflictivas en la actividad laboral.
Los supervisores tienen un rol primordial como agentes de prevención de situaciones laborales, para poder llevarlo a cabo de la manera más efectiva, deben:
Conocer herramientas básicas de la convención colectiva,
Conocer a su personal.
Asesorar oportunamente.
No delegar responsabilidad.
Asumir su rol supervisorio.
Correcta aplicación de las medidas disciplinarias.
Manejo Diario Supervisorio
Escuchar activamente.
Reforzar el trabajo en equipo.
Evitar favoritismo.
Administrar eficientemente el reconocimiento y la sanción.
Mantenerse actualizado en materia de normativa y planes del entorno.
No dormir planteamientos, reclamos y dudas
Comunicación periódica doble vía.
Detectar Potenciales Reclamos Laborales Y/O Personales
Detectar áreas críticas laborales: Nos permite diseñar y focalizar en dichas áreas planes estratégicos de prevención laboral.
Conocer a nuestros supervisados: En todos sus ámbitos de acción y determinar que problemas personales pueden afectar la relación laboral.
Realizar estudios de clima organizacional: Conocer todos los elementos que pueden influir en el comportamiento laboral del trabajador y establecer políticas empresariales que conduzcan a una mayor identificación del individuo con la empresa.
Plan rutinario de inspecciones laborales y de seguridad: Enmarcado en la política de prevención laboral nos permite mantener posiciones proactivas para eliminar causas de problemas y mostrar ante los trabajadores y sindicatos la preocupación empresarial para solucionar dichos problemas no permitiendo que al agregarse los mismos se constituya en fuente de reclamos.
Seguimiento y control, hojas de reclamo: El formato de reclamos individuales nos permite detectar áreas problemáticas y planteamientos cíclicos o sea los “círculos rojos laborales”.