EXACTITUD

La redacción debe ser exacta, lo que significa que debe ser lo suficientemente extensa para que el receptor reciba su mensaje eficazmente. El límite del mensaje lo pone el propio emisor de acuerdo al objetivo buscado, pues la vaguedad está desterrada de la redacción moderna, como también lo inexpresivo.

La exactitud es la medida de la brevedad y la extensión. Una explicación acertada puede sacrificar la brevedad de un mensaje sin que este pierda su efectividad. Sin embargo, el abuso de las explicaciones es nocivo para la clara comprensión de la comunicación escrita, cuyo objetivo básico es trazar un puente interrelacional entre el emisor y el receptor, sin mayores interferencias, por lo que el mensaje debe ser ágil para evitar las malas interpretaciones.

CLARIDAD

La comunicación escrita debe ser explícita, clara, sin ambigüedad ni confusión. Las palabras deben tener el significado preciso recordando la frase "AL PAN PAN Y AL VINO VINO".

La redacción clara es el mejor instrumento para hacer llegar el mensaje al receptor los términos rebuscados son enemigos de la claridad porque se prestan al doble sentido. Igualmente las siglas deben ser explicadas en su primera utilización, pues de lo contrario se prestan a una mala interpretación por parte del receptor. Ejemplos Organización de Estados Americanos (O.E.A.).

El lenguaje empleado en la redacción debe ser común al emisor y receptor para producir el efecto eficaz en una forma rápida.

Las palabras homófonas son también obstáculos que se presentan en la redacción, sobre todo si se escriben mal. Es necesario tener un buen diccionario a mano para salirle al paso a este problema. La palabra homófona es aquella que tiene el mismo sonido, pero su escritura es diferente: Ej: ay (Dolor), hay (del verbo haber).

Claridad es precisión, un mensaje claro es inteligible a primera vista, cada vocablo debe ser utilizado con su significado exacto.

A la claridad del mensaje se opone la confusión creada por una ortografía defectuosa. Si una palabra se escribe mal, su significado cambia y se presta que el receptor le de otra interpretación de la que le quiso dar el emisor.

Ejemplo: El Ministro demostró en su discurso un basto conocimiento.

En ésta oración una letra (b), cambió todo el significado del mensaje. Se escribió mal la palabra vasto (extenso) y al colocarle una (b) se le dio una connotación peyorativa, puesto que basto significa ordinario y no extenso.

Así mismo, la puntuación es básica para imprimir claridad a la comunicación escrita, y los signos de puntuación son de importancia capital, la correcta observancia de las reglas gramaticales básicas sin las cuales es nefasto escribir cualquier mensaje.

CUALIDADES BASICAS DE LA COMUNICACION ESCRITA

Al comenzar un escrito debe hacerse siete preguntas: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por Qué? ¿Para qué?. De esto depende que la persona que escriba lo realice de la mejor manera posible, y se adecué la estructuración del mensaje.

¿Qué? Es la pregunta básica es la que precede a la identificación del mensaje. ¿Qué es lo que se Quiere expresar? ¿Cuál es el mensaje que se va a enviar al receptor?

¿Quien? La respuesta a ésta pregunta la dan los dos polos de la comunicación, como son el emisor y el receptor. El mensaje debe estar plenamente adecuado a los dos sujetos. Si la redacción no se enfoca adecuadamente tomando en cuenta el punto de vista del receptor, corre el serio peligro de perder su eficacia y revertir en contra del emisor.

¿Cómo? Se trata aquí de cómo se va a enfocar la redacción del mensaje para que llegue al receptor con toda la eficacia necesaria y producir en él una reacción positiva al objeto buscado.

¿Cuándo? La respuesta a esta pregunta la da el momento en que se debe enviar el mensaje, es decir, el tiempo más oportuno para que surta el mayor efecto en el receptor.

¿Dónde? Es el lugar donde se envía el mensaje o hacia donde se dirige.

¿Por qué? Es el motivo del mensaje, la razón de la comunicación y la esencia misma del mensaje. Es el razonamiento que hace el emisor antes de comenzar el mensaje.

¿Para qué? Está aquí presente el propósito del mensaje. El emisor debe estar muy claro en saber lo que busca con su mensaje para poder canalizarlo adecuadamente.

Las respuestas a estas preguntas deben llevar al emisor a escribir con efectividad y así el mensaje llegue al receptor con la precisión necesaria, es por esto que la comunicación escrita debe estar revestido de ciertas cualidades básicas tales como: claridad, orden funcional, exactitud, ortografía, interés, las cuales estaremos tratando en los próximos artículos.

HACER O NO HACER NADA-TOMA DE DESICIONES

Cuando tenemos que decidir qué hacer, a veces lo mejor es no hacer nada. Pongamos como ejemplo a Radek Cerny, el mejor portero del Tottenham Hotspur, cara a cara con Cristiano Ronaldo, el joven y atlético centrocampista del Manchester United, hace poco en un penalti en la cuarta ronda de la Football Association Cup en Reino Unido. Cuando Ronaldo estiró la pierna hacia atrás para golpear el balón, Cerny se tiró a la izquierda, esperando que Ronaldo chutara hacia esa esquina, pero la pelota entró como un rayo por la esquina inferior derecha. ¡Gooool!
El error que cometió Cerny, según Ofer H. Azar, fue moverse a un lado en lugar de quedarse en el centro, donde habría tenido más probabilidades de parar el balón. Azar no es ni entrenador ni portero; de hecho, ni siquiera juega al fútbol. Da conferencias en la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad Ben-Gurion del Neguev en Israel.

La toma de decisiones
A Azar, no obstante, le interesa la toma de decisiones, y la respuesta que tienen que dar los porteros en décimas de segundo a los tiros de penalti les resulta tanto a él como a varios de sus compañeros un caso de estudio perfecto de la vida diaria sobre las razones por las que la gente toma a veces decisiones irracionales.

Los economistas clásicos suelen criticar los experimentos sobre cómo influyen las emociones en las decisiones financieras porque no conllevan recompensas monetarias cuantiosas. Estudiar a los jugadores de fútbol profesional parece resolver este problema. "Los incentivos son enormes", explican Azar y sus colaboradores en un artículo que apareció hace relativamente poco en The Journal of Economic Psychology.

Y lo que es más: "Los porteros tienen que parar penaltis habitualmente, así que no sólo están muy motivados a la hora de tomar decisiones, sino que, además, tienen mucha experiencia". Los académicos israelíes no quieren irrumpir en la Premier. Lo que pretenden demostrar es que preferir la acción antes que la inacción puede desempeñar un papel importante en toda clase de decisiones económicas. Cuando la economía va mal, los Gobiernos son más propensos a "verse tentados a 'hacer algo'", defienden estos economistas, incluso aunque los riesgos superen los posibles beneficios.

"Si las cosas se ponen feas, al menos podrán decir que han intentado hacer algo, mientras que si deciden no cambiar nada y la situación sigue estando mal (o empeora), les podría resultar difícil evitar las críticas de que, a pesar de las señales de alarma, 'no hicieron nada". Esta forma de pensar puede afectar la decisión de los directores de continuar con la estrategia actual de la empresa o cambiar su curso y, por lo que parece, también la de los porteros de quedarse quietos o tirarse.

Para su estudio, Azar, junto con Michael Bar-Eli, psicólogo deportivo, Ilana Ritov, psicólogo, y dos estudiantes de posgrado, observaron las mejores ligas del mundo y recogieron datos sobre 311 tiros de penalti. Según sus cálculos, si se queda en el centro, el portero tiene más probabilidades de parar el penalti, o sea, un 33,3%, en lugar de un 14,2%, al tirarse a la izquierda y un 12,6% a la derecha.

Sin embargo, cuando el grupo analizó cómo habían reaccionado en verdad los porteros ante esos tiros de penalti, descubrieron que sólo se quedaron en el centro un 6,3% de las veces. La razón, según Azar, está relacionada con cómo se sienten los jugadores después de no parar el balón. Sus especulaciones sobre el fútbol se basan en los trabajos de Amos Tversky y el ganador del Premio Nobel Daniel Kahneman, que exploraron las idiosincrasias de la toma de decisiones.

En un estudio que hizo historia, los dos psicólogos descubrieron que las personas tienen más remordimientos cuando han perdido 800 euros porque decidieron actuar (en este caso, cambiar una inversión) que cuando han perdido 800 euros porque dejaron sus inversiones como estaban.
Lo que querían demostrar Azar y sus colaboradores era que, en determinadas situaciones, esos resultados se podían invertir: cuando actuar es la respuesta estándar -como el hecho de que un portero se tire a un lado de la portería en un penalti-. No actuar podría hacer que una persona tuviera más remordimientos. La consecuencia es favorecer la acción de forma inconsciente.

Para comprobarlo, pidieron a 32 porteros de la Premier League y la Liga Nacional israelíes que clasificaran según una escala del 1 al 10 hasta qué punto se sentían mal después de no parar un penalti. Resulta que cerca de la mitad del grupo respondió que "10", independientemente de la posición en la que estuvieran. En cuanto a los otros 15, 11 se sentían peor cuando se quedaban en el centro en lugar de tirarse a un lado. Los autores reconocen que no son datos categóricos, pero al menos sí que dan a entender que "los porteros se sienten peor cuando les marcan un gol por inacción (quedarse en el centro) que por acción (tirarse)".

Azar y compañía sostienen que "inclinarse por la acción" puede influir no sólo a los porteros, sino también a los inversores cuando deciden vender sus valores (acción) o dejar su cartera como está (inacción) al bajar el precio de éstos, y a los trabajadores cuando deciden buscar un empleo mejor o quedarse en la misma empresa.

Fuente:BancayNegocios.com

Llévalo siempre


"Tómate tiempo para pensar,
Tómate tiempo para rezar,
Tómate tiempo para reír.
Es la fuente del poder.
El mayor poder sobre la tierra.
Es la música del alma.
Tómate tiempo para jugar
Tómate tiempo para amar y ser amado.
Tómate tiempo para dar.
Es el secreto de la perpetua juventud.
Es el privilegio que nos da Dios.
El día es demasiado corto para ser egoísta.
Tómate tiempo para leer.
Tómate tiempo para ser amable.
Tómate tiempo para trabajar,
Es la fuente de la sabiduría.
Es el camino hacia la felicidad.
Es el precio del éxito,
Tómate tiempo para hacer caridad.
Es la llave del cielo"