1. La alta gerencia debe estar comprometida con el cambio y transmitir con emoción hacia dónde va la organización. Si se tiene gente fría en la gerencia, la empresa será fría. Es determinante la comunicación con los sentimientos de las personas. Lo único que se transmite entre los seres humanos son las emociones.
2. Comprometer a los supervisores e involucrar al personal en la solución de problemas. Las organizaciones son un calidoscopio de situaciones: todo el mundo tiene un pedazo. Juntos tienen el poder de armar una empresa, pero también de destruirla. Hay que involucrar a los supervisores, sobre todo a los más entusiastas.
3. Generar mecanismos de divulgación que promuevan comunicación efectiva. Para lograr que todos hablen el mismo lenguaje y tengan el mismo entusiasmo, es necesaria la comunicación.
4. El compromiso de la alta gerencia con el personal debe ser visible. Deben saber que todo lo que se hace es importante.
5. La información debe llegar a todas las gerencias, departamentos, unidades.
6. Relacionar las acciones emprendidas con el diagnóstico de clima organizacional. Tomar en cuenta los reclamos y atenderlos.
7. Solucionar primero las cosas más sencillas y visibles. Esta acción favorece la credibilidad (baños, oficinas, comedor).
8. Emprender acciones que generen resultados. Ser proactivos y atender con entusiasmo las cosas que deben mejorarse.
9. Divulgar proyectos y celebrar éxitos, incluso los pequeños. Festejar cumpleaños y logros de los trabajadores.
10. Actuar, ser persistente, no abandonar. Mantener la acción, porque si se afloja, pierde importancia y, por tanto, interés.
Fuente: charla de la Lic. Luz Nery Rivas (CVG Ferrominera de Orinoco)