No se debe comenzar ningún escrito si no hay claridad de conceptos, ni estás plenamente dibujado en la mente del emisor, el objetivo que se persigue con el mensaje.
Para una mejor orientación en la jerarquización de las ideas, el comunicador debe tener presente algunos puntos básicos como son:
a. finalidad del mensaje.
b. cualidades, virtudes y defectos del receptor.
c. personalidad del emisor.